Roger Bootle: “Tenemos que reencontrar ese sentido social del capitalismo”
En “The AI Economy” plantea que los robots pueden ayudar a mejorar la vida de las personas. Pero tendrá costos iniciales; y si estos son altos, incluso el capitalismo como sistema podría estar en riesgo.
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Desde Londres
“Quizás haya simplemente que vivir con la desigualdad”. “El euro no tiene futuro”. “Gran Bretaña va a resurgir tras el Brexit”. Roger Bootle no tiene reparos en decir, y escribir, lo que piensa. Pero sus declaraciones no son descuidadas. Por el contrario, es un interlocutor reflexivo. El fundador y CEO de Capital Economics, dedica su último libro a analizar el impacto de la automatización y la inteligencia artificial en el empleo y el sistema económico. No cree que las máquinas superen y desplacen a la humanidad.
En “The AI Economy”, seleccionado por Financial Times como uno de los mejores títulos en economía de 2019, Bootle plantea que los robots liberarán a las personas de los trabajos más tediosos, que limitan sus capacidades, y darán a los humanos “más tiempo para ser más humanos”. Eso sí, antes de llegar a ese punto, el impacto será doloroso y puede poner en riesgo a un capitalismo ya debilitado.
En su libro compara este fenómeno con la Revolución Industrial. “Admito que la Revolución Industrial fue muy dura para mucha, mucha gente. Pero luego condujo a una mejora enorme de las condiciones de vida, y por ende del empleo. Esencialmente estamos frente a la misma historia. La pregunta es si seremos capaces de amortiguar el impacto. Bueno, deberíamos. Para comenzar entendemos mejor las cosas, tenemos una actitud (desde las políticas públicas) distinta al siglo XIX. El Estado ha ampliado su rol de forma enorme”, sostiene.
-Lo que describe en su libro, un mundo del empleo que se adapta, apoyo del Estado… parecen posibles solo en los países desarrollados. ¿Será que la IA aumentará la brecha con los países emergentes?
-El peligro que veo para los países más pobres es que vean este proceso como una amenaza y adopten políticas públicas erróneas. Pensemos en el caso de las computadoras. Provocaron pérdida de empleo. Pero habría sido un error tratar de frenar su avance. Creo que, tratar de frenar los robots e IA sería la forma de esos países para frenar su desarrollo.
-¿Habrá tiempo para prepararse?
-Un error que se repite es que se piensa en la IA como un tsunami, asumir que los cambios serán dramáticos y llegarán de manera sorpresiva.
-Aún parece difícil, al menos en países no desarrollados, que los trabajadores menos calificados podrán adaptarse ...
-No olvide que en estos países, seguramente, los salarios son más bajos. Por lo que la adopción de robots e inteligencia artificial será más lenta. Es un tema de costos. Los robots no reciben salario, ni pensiones, ni hacen huelgas, pero vaya que son costosos. Es una inversión y que requiere mantenimiento.
Vivir con desigualdad
Un tema que cruza el análisis de Bootle es la desigualdad, y cómo la tecnología puede ayudar a reducirla, abriendo mercados como Uber y la industria de taxis.
-A propósito de la desigualdad, en su libro usted afirma: “Quizás tenemos que simplemente vivir con ella”...Pero eso no parece muy aceptable ...
-Hay que tener cuidado con una diferencia. ¿Qué nos molesta? ¿La desigualdad o la pobreza? A mí me molesta más la pobreza. Lo que me molesta más que la desigualdad es la injusticia… Pero hay gente más preocupada por la desigualdad en sí misma y encuentran la desigualdad ofensiva y están dispuestos a reducirla incluso si eso implica la reducción de los estándares de vida para todos. Esa no es mi posición. Pero la respeto.
-Pero es una postura que parece ganar terreno, incluso en Chile, donde ha traído una mejora innegable en las condiciones de vida. Ese discurso también está en EEUU, por ejemplo, impulsado por Alexandra Ocasio-Cortez. ¿Cómo salvarlo?
-Hay que ver el contexto. Es cierto que en Estados Unidos hay estudios que muestran que los trabajadores no han visto una mejora en su poder adquisitivo por décadas, incluso es más bajo en términos reales. Así se puede entender el descontento. Hay razones estructurales, algunas de ellas derivadas de la crisis financiera. Pero usted tocó un punto importante. El capitalismo tiene un problema grave: incluso si funciona en beneficio de la gente, no se relaciona bien con los valores naturales que tenemos. Las personas están en búsqueda de un sistema en el que puedan poner su fe, y el mercado no provee eso. Se acepta, siempre que funcione. Pero si algo sale mal, queda en peligro. Usualmente esto pasa por muy malas ideas y gente muy estúpida. El capitalismo no suena muy bien, no se alinea con lo que dice la Biblia. La Biblia no dice: sal y busca tu propio beneficio. No, dice, anda y ama a tu vecino como a ti mismo.
-¿Hay un factor religioso?
-Es interesante. Creo que se puede vincular la crisis del capitalismo en muchos lugares con la muerte de la religión en los países desarrollados. De alguna forma tenemos que reencontrar ese sentido social del capitalismo, sin abandonar sus características beneficiosas.
¿Puede la IA ayudar a salvar el capitalismo?
No estoy seguro de que pueda hacerlo. Puede tener un efecto en ambas direcciones. Por un lado, puede agravar la amenaza al capitalismo, si los efectos negativos de los que hemos hablado antes (destrucción de trabajos) son dominantes, puede agravar la desigualdad; y lo que es peor, puede agravar la pobreza. Si eso ocurre puede incluso llevar a su derrocamiento. Es un peligro. Pero no tiene que ser así y no creo que sea inevitable. ¿Cómo puede ayudar? Creo que la IA va a ayudar a mejorar los estándares de vida, reducir la pobreza, trabajar menos. Si eso pasa, puede incluso aumentar el apoyo al capitalismo.